Hace unos diez días terminé el libro de Steven Levitt titulado Freakonomics.
Mi amigo Brain ya me había hablado de él en su último viaje a NYC. Al parecer estaba en los estantes de todas las librerías de la ciudad como uno de los más vendidos.
Hace unas semanas me lo encontré en La Casa del Libro y me lancé sobre él con avidez compulsiva. Reconozco que tengo esa debilidad, me resulta muy difícil salir de una librería sin comprar al menos un par de libros.
Freakonomics viene avalado por la crítica internacional como uno de los mejores y más originales libros sobre economía escritos hasta el momento.
La verdad es que he de reconocer que se trata de un libro divertido e interesante, que plantea el uso las herramientas básicas de un economista, el análisis estadístico y los modelos predictivos, para dar respuestas a preguntas sobre la vida cotidiana.
Para ser sincero el capítulo que más me ha gustado ha sido el primero, el lado oculto de todas las cosas, ya que el autor comenta en él las bases sobre las que se asientan los análisis presentados en el resto del libro.
Dichas bases fundamentales son de absoluto sentido común, como que los incentivos constituyen la piedra angular de la economía moderna, el hecho de que la sabiduría popular suele estar equivocada o que los expertos usan su información privilegiada en beneficio propio. La gracia del libro reside en cómo el autor hace uso de ellas de forma rigurosa y sistemática para analizar asuntos tan dispares (y a veces cómicos) como porqué los traficantes de droga viven con sus madres (vamos que no tienen un duro), o qué tienen en común los profesores y los luchadores de sumo.
En mi opinión, y en su contra, el libro tiene algún que otro capítulo (no lo voy a destripar) que plantea temas que no mantienen el interés.
Aún con todo, resulta super original, ameno y muy inteligente. Recomendado.
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