sábado, junio 30, 2007

El interfaz del futuro ya -casi- está aquí

En uno de esos vaivenes de la vida, he pasado de trabajar en la administración pública, a trabajar en la empresa privada. Lógicamente el cambio necesita cierto período de adaptación. No es lo mismo vivir en la comodidad del rol de cliente, a la ajetreada tarea de convertirse en proveedor de servicios. El caso es que esa etapa de adaptación me ha impedido escribir nada en absoluto en mi querido y semi abandonado Blog. Pero eso se acabó.

De hecho, el que vuelva a escribir no se debe tanto a disponer de tiempo libre, como de haber recibido el estímulo de un amigo con el que comparto muchas ideas, formas de pensar e incluso, me atrevo a decir, ambiciones. Hablando del futuro tecnológico, de la situación actual y de diversos proyectos, salió a colación el tema de mi Blog y me preguntó por qué no seguía escribiendo. Le respondí que por la falta de tiempo, pero el hecho de tener un lector fiel (tampoco creáis que tengo muchos más), ha resultado el espaldarazo definitivo para volver a las armas –en mi caso al teclado-.
Hace tiempo escribí un artículo cuyo tema de fondo trataba sobre los interfaces, actuales y futuros, y sobre el paradigma actual del escritorio y cuán desfasado está. Hoy ha llegado el momento de retomar aquél tema de la mano de un nuevo producto lanzado al mercado por una de las compañías norteamericanas más innovadoras del sector, Apple.

El 19 de enero de 1983, la por entonces joven compañía Apple Computers, presentó un producto revolucionario para la época: el Apple Lisa.

La historia detrás de este ordenador forma parte ya de la leyenda de los primeros colonos de la informática. La mayoría de los que trabajamos en el sector de las TIC conocemos y valoramos aquella famosa visita de Steve Jobs a las dependencias de Xerox en Palo Alto en las que conoció un prototipo llamado Alto. Alto fue el primer ordenador de la historia que disponía de ratón, interfaz de ventanas basado en el paradigma del escritorio y tecnología WYSIWYG.

De esa gloriosa -al menos para Steve Jobs- visita, nació la idea de fabricar el Apple Lisa , el descendiente directo de la idea tomada por Steve Jobs tras su visita al departamento de investigación y desarrollo de Xerox.

Lo importante del caso es que este ordenador fue tan revolucionario que hasta la fecha apenas se han introducido cambios en la forma en que trabajamos con los ordenadores. Esta afirmación tiene dos claros significados, a) cuán maravilloso e innovador era el Lisa en 1983 y b) qué demonios ha estado haciendo la industria para que en el año 2007 nada -sustancial- haya cambiado en la forma en que trabajamos con los ordenadores.

Curiosamente, estos días, la misma compañía, Apple, ha presentado y está a punto de poner en las estanterías de su cadena de distribución, un producto que para mí es supone el inicio del cambio. Puede que se trate de el típico cambio que se produce en la sombra y pasa inadvertido por lo progresivo y lento de su instauración. Pero recordad: las buenas ideas se copian y se propagan. Selección natural -quizá debiera decir artificial-.

Antes de seguir debo decir que, por muy bien que hable de Apple, ni trabajo en esa compañía (que más quisiera), ni tengo acciones de dicha compañía.

Por supuesto el producto al que me estoy refiriendo es el iPhone, que pese a tener un buen puñado de defectos, encarna, como ya he comentado el principio del cambio.

¿Qué me diríais si alguien hubiera creado un dispositivo móvil capaz de ser teléfono y ordenador -casi Tablet- de bolsillo de verdad? "Eso ya existe , ¿no? Están los HTC (antiguos QTEK), los Palm, los iPaq, los Nokia de la serie N, etc."

¡Trastos que no sirven para nada cuando los usas para cualquier cosa que no sea para hablar por teléfono y tener una agenda medianamente digna!

¿Habéis intentado usar una Palm Treo, o cualquiera de las otras como ordenador? Un auténtico horror. "Bueno es que no es exactamente para eso", me dicen sus defensores. "No puedes pensar en escribir muchos mails en esos aparatos".

Bien, yo sí quisiera hacerlo, y estoy seguro que otras muchas personas también quisieran. De hecho, me gustaría que mi comunicador personal fuera mi móvil y mi ordenador a la vez ¿por qué no? Ya empezamos a tener procesadores con potencia suficiente para incrustar en esos dispositivos (cierto que seguimos teniendo el problema del consumo y de las baterías, pero eso se solucionará con el tiempo).

El problema grave es el interfaz. Podemos tener cada vez más potencia, pantallas más nítidas y baterías de larga duración, pero seguimos usando esa nueva tecnología de la misma forma obsoleta de siempre, prácticamente igual desde que el Apple Lisa hizo su aparición allá por el 83.

El caso del iPhone me parece particularmente interesante precisamente por su interfaz. Nada de lápices de plástico que acaban perdiéndose y que no sirven para escribir en modo reconocimiento de escritura o tecladito en pantalla (intentad escribir un informe, siquiera un mail extenso, con uno de estos lápices), o los diminutos teclados qwerty de verdad (huelgan comentarios).

La solución de Apple es la menos mala de las expuestas, pero lo que la hace interesante es que va en la dirección correcta. Se usa el interfaz con con esos deditos que Dios nos ha dado, y han implementado todo el interfaz para que así sea.

Como ya he dicho, no me parece la mejor solución -que sin duda será la voz-, pero no está mal. Si arrastras con los dedos la pantalla, ésta hace scroll. Si quieres escribir sale un teclado en pantalla que te ayuda -dándote un feedback adecuado mientras escribes-, y que puedes usar con los dedos. Como nos muestra en este vídeo, el usuario pasa fotografías, se mueve en ellas, o amplia ventanas, fotos, o iconos, con los dedos, con toda naturalidad. Por primera vez un aparato intuitivo de verdad.

Este dispositivo conecta, por primera vez, las funciones de un ordenador de verdad con las de un móvil de lujo, como lo demuestra el hecho de que ejecute un sistema -Mac OS X- adaptado en su corazón. ¡Por fin, un S.O. real pero adaptado!

Además del interfaz, este producto se distribuye como un producto de electrónica de consumo -sobre los 600 euros-, lo que le va a permitir inundar el mercado y extender así las buenas ideas que implanta. Si los planes de Apple salen algo parecidos a la introducción del iPod en el mercado, aunque sólo les salga medianamente bien, veremos millones de estos dispositivos a lo largo y ancho de nuestro planeta. Baste recordar las cifras de ventas y la cuota de mercado del ya famoso iPod. Y esto siendo muy conservador, ya que también es un móvil. Según los últimos EGM, la introducción de la telefonía móvil en nuestro país ronda el 100%, esto es, existen tantos móviles activos como población tiene España. Este esquema se repite y supera en Europa, USA y, sobretodo, Japón.

Pues bien, el iPhone incluye -como no-, TODAS las funciones del iPod en cuanto a reproducción y descarga de música, además de una pantalla que permitirá disfrutar de vídeos de verdad -eso sí, en formato pequeña pantalla-. A todo esto hay que sumarle que el aparato es capaz de comunicarse directamente con el mundo, tanto a través de redes de telefonía móvil , como de redes WiFi, lo que le permitirá ser autónomo en lo que se refiere a descarga de música, vídeos y navegación por Internet, abriendo por tanto la puerta a... nuevos servicios.

Los chicos de Apple se han hecho amiguitos de los chicos de Google y ofrecen, ya desde el comienzo, servicios de posicionamiento a través de google maps que irán haciéndose más ricos a medida que la gente use dicho servicio. ¿Os imagináis los servicios que han de venir?

Desde luego, el interfaz sigue sin invitar a escribir informes en ese dispositivo. Pero en este caso tiene remedio. Una de las posibilidades que debería estudiar Apple es la incorporación del software Forword Input. Este software implementa una innovadora forma de introducir texto en un dispositivo portátil, a la misma velocidad que lo haría una persona experimentada con un teclado normal. El sistema se basa en ir arrastrando el cursor sin levantar el dispositivo apuntador, en el caso del iPhone se haría con el dedo, sobre un teclado en pantalla, pasando sobre las letras que conforman la palabra que quieres escribir. Asombrosamente, este sistema resulta MUY rápido y cómodo en cuanto se le pilla el tranquillo.

Con un sistema así, y a falta de un reconocimiento de voz integrado decente, el iPhone podría usarse para casi cualquier cosa, como si de un ordenador personal portátil se tratara. Obviamente los ordenadores de sobremesa y los portátiles "completos" (y pesados) seguirán existiendo, pero más como una estación de trabajo a la que conectar el iPhone o el Tablet de turno. De hecho, yo personalmente utilizo y exploto ese concepto. Escribo estas líneas desde un MacBook con pantalla de 13" porque no me encuentro fuera de mi casa. Allí suelo conectarlo a un teclado decente y a una pantalla de 20" para trabajar cómodamente sobre textos e informes amplios, y editar las fotografías y vídeos con una superficie de visión que resulte práctica, pero mi ordenador sigue siendo un 13", y podría ser perfectamente un 12" o un 5" siempre que me permitiera introducir información textual de forma suficientemente cómoda, descargar las fotos de mi cámara y conectarme y navegar por Internet.

Estoy seguro que a la sombra del iPhone, proliferarán conceptos -copiados-, que irán aproximándose al concepto de mi Tablet soñado, y que irán cambiando poco a poco la forma en que trabajamos con los ordenadores. Y es que, el interfaz del futuro ya está CASI aquí...

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